lunes, 17 de enero de 2011

INTRODUCCION A LA TEOLOGIA II

La Justificación de Teología como una Disciplina Intelectual

Muchos han criticado teología y teólogos, especialmente mientras el mundo llega a ser más y más secular. Arguyen que es imposible aún decir algo con sentido acerca de Dios. Así Gordon H. Clark empieza su libro In Defense of Theology diciendo “Teología, una vez aclamada como la Reina de las Ciencias, hoy en día a penas se levanta al rango de una criada, muchas veces es despreciada, considerada con sospecho, o simplemente ignorada”. Entonces ¿ Cómo se justifica teología como una disciplina intelectual hoy en día? ¿ Porqué debemos preocuparnos en reflexión erudita sobre el mensaje y el contenido de las sagradas Escrituras? Y ¿ Porqué lo hacemos de la manera particular que la iglesia, (en sus mejores momentos) lo ha hecho en el pasado. Hay cinco razones porque debemos comprometernos en la empresa teológica:

1. El método teológico de Cristo mismo;

2. El mandato de Cristo a su iglesia a discipular y enseñar;

3. El modelo apostólico;

4. El ejemplo y la actividad de la iglesia del Nuevo Testamento aprobado por los apóstoles;

5. La naturaleza misma de las Sagradas Escrituras.

El Método Teológico de Cristo Mismo.

Todos los cuatro Evangelistas muestran a Jesús de Nazaret como entrando profundamente en encuentro de la mente con las Escrituras y sacando de ellas deducciones fascinantes acerca de si mismo. Por ejemplo, en numerosas ocasiones, ilustrado por los siguientes pasajes del N.T., él aplicó el A.T. a si mismo: Luc 4:16-21; Jn 5:46.

Lucas nos informa más tarde que “comenzando desde Moisés y siguiendo por todos los profetas, les declaraba en todas las Escrituras lo que de él decían” (Luc 24:27 vea 24:44-47). Tal encuentro de su mente tan extensiva en la exposición de las Escrituras involucró a nuestro Señor en actividad teológica en el sentido más imaginable. Es Cristo mismo entonces, quien estableció para su iglesia el modelo y la meta de toda investigación teológica.- el modelo: debemos hacer la exposición de las Escrituras la base de nuestra teología; la meta: debemos llegar por fin a él en todos nuestros labores teológicos.

El Mandato a la Iglesia a Discipular las Naciones

Después de determinar para su iglesia el modelo y la meta de toda teología, el Cristo glorificado comisionó a su iglesia a discipular las naciones, bautizando y enseñando a sus seguidores a obedecer todo lo que él les había mandado (Mat 28:18-20). La Gran Comisión entonces impone sobre la iglesia exigencias intelectuales especificas. Hay la exigencia evangelistica a contextualizar sin transigencia la proclamación del Evangelio para alcanzar las necesidades de cada generación y cultura. Hay la exigencia didáctica a correlacionar los datos múltiples de las Escrituras en nuestras mentes y a aplicar este conocimiento a todo nuestro pensar y conducta. También hay la exigencia apologética, a justificar la existencia del cristianismo como la religión revelada de Dios y a proteger su mensaje de adulteración y distorsión ( vea Tito 1:9). La teología ha surgido en la vida de la iglesia en respuesta a estas exigencias concretas de la Gran Comisión. Entonces la empresa teológica sirve la Gran Comisión mientras trata de explicar de una manera lógica y coherente para los hombres en todas partes la verdad que Dios ha revelado en las Sagradas Escrituras acerca de si mismo y el mundo que él ha creado.

El Modelo Apostólico

El resto del N.T. muestra la misma actividad teológica. Pablo se metía en ella de frente (Hech 9:20-22), y lo hizo más tarde también (Hech 17:2-3, 17; 19:8 vea 20:20-21). Apolo también lo hizo (Hech 18:28).

Pero la carta a los romanos es el ejemplo clásico de este “teologizar” del mensaje del Evangelio. Se puede ver como la carta fluye teológicamente: como se va lógica y sistemáticamente de la situación desastrosa de la humanidad a la provisión por Dios de salvación en Cristo, y entonces a los resultados de justificación, las dos grandes objeciones a la doctrina (justificación por la fe da libertad a pecar y anula las promesas de Dios hechas a Israel como nación), y por fin a la ética cristiana que las misericordias de Dios requieren de nosotros.

El reflexionó sobre y apoyó sus conclusiones teológicas por apelar a conclusiones anteriores, historia bíblica y aún su propia relación personal a Jesucristo mientras desarrolló su percepción doctrinal del Evangelio de Dios bajo la superintendencia del Espíritu Santo. Se ve estas reflexiones y deducciones por toda la epístola. Por lo menos diez veces después de decir una proposición Pablo pregunta “¿ Qué, pues diremos a esto ?”, y procede a “deducir por buen y necesaria consecuencia” la conclusión a que deseó que sus lectores llegasen (Rom 3:5, 9; 4:1; 6:1, 15; 7:7; 8:31; 9:14, 30; 11:7). En el cuarto capítulo el apóstol saca las conclusiones teológicas que circuncisión no es necesario a la bendición de justificación y que Abraham es el padre espiritual de los creyentes gentiles no circuncidados de la observación sencilla basada en la historia del A.T. que “creyó Abraham a Dios, y le fue contado por justicia “ (Gén 15:6) unos catorce años antes de que fuera circuncidado (Gén 17:24).- deducciones teológicas notables a sacar en su ambiente religioso y cultural simplemente de la relación ”antes y después” entre dos eventos históricos. Entonces para probar que “aun en este tiempo ha quedado un remanente escogido por gracia” (Rom 11:5), Pablo simplemente apela a su propio estado como un judío cristiano (Rom 11:1), de nuevo una aseveración teológica notable a sacar del simple hecho de su propia fe en Jesús.

El modelo apostólico de exposición de, reflexión sobre, y deducción de las Escrituras apoya nuestra tarea teológica. Si vamos a ayudar a nuestra generación a entender las Escrituras, nosotros también necesitamos deducir y arreglar conclusiones de lo que hemos aprendido de nuestras labores exegéticas en las Escrituras y estar dispuestos a “dialogar” con los hombres. El meterse en, y los resultados de, esta tarea es teología.

La Actividad de la Iglesia del Nuevo Testamento

La disciplina intelectual de teología se apoya mucho en el N.T. Este habla de un cuerpo de verdad salvadora (II Tes 2:15; Rom 6:17; Jud 1:3; I Tim 3:1; 4:7-9; II Tim 2:11-13; Tito 3:4-8). Estos pasajes muestran que aún tan temprano el proceso teológico de reflexionar sobre y comparar Escritura con Escritura, cotejar, deducir y formular dichos doctrinales en formulas credales con el carácter de confesiones de la iglesia ya había empezado. (Se puede ver ejemplos de estos credos en Rom 1:3-4; 10:9; I Cor 12:3; 15:3-4; I Tim 3:16 tanto como las “palabras fieles” de las epístolas pastorales.) Los apóstoles mismos aprobaron esta actividad, ellos mismos participando en ella en respuesta a los problemas de su tiempo (Hech 15).

La Inspiración y la Autoridad Divinas de las Sagradas Escrituras

La Biblia es la Palabra Revelada de Dios. Cristo, el Señor de la iglesia, consideró el A.T. como tal, y dio a la iglesia amplia razón a considerar el N.T. de la misma manera. Todo esto significa que el Dios Trino está allá y ha hablado. Si está allí, entonces debe ser alguien a quien la gente debe conocer. Y si ha hablado a nosotros en y por las Escrituras del A.T. y del N.T., entonces este hecho a solas es suficiente motivo para estudiar las Escrituras. Por decirlo en otros términos, si Dios ha revelado verdad acerca de si mismo, acerca de nosotros y acerca de la relación entre él y nosotros en las Sagradas Escrituras, entonces debemos estudiar las Sagradas Escrituras. Es tan sencillo como eso. No tener interés en el estudio de las Sagradas Escrituras, si el único vivo y verdadero Dios se ha revelado allí, es necesidad espiritual.

Por estas cinco razones la iglesia debe mantener su compromiso a la tarea teológica. Y ninguna ocupación intelectual se probará ser más provechosa al fin que el de adquirir un conocimiento de Dios y sus obras. Tal es el mandato y el ejemplo de Cristo y sus apóstoles que la iglesia no tiene opción. Debe hacer la tarea de teología si va a ser fiel a él. Más bien, lo que debe ser de más preocupación a la iglesia es si, en su tarea teológica, está escuchando tan intenta y sometidamente como debe a la voz de su Señor hablando a su iglesia en las Sagradas Escrituras. En resumen, la primera preocupación de la iglesia debe ser, no si debe o no hacer la tarea teológica, sino ¿ es su teología correcta? O quizás mejor ¿es bíblica?

La Teología debe ser una contemplación de los misterios de Dios en un espíritu de oración. El quehacer Teológico tiene que llevarse a cabo en una atmósfera de adoración.

La Teología viene después de la Fe y su función consiste en explorar la Palabra de Dios que ha suscitado esta Fe.

La Teología es una continuación de la plegaria, un acto de acción de gracias en el que, como escribiera Calvino "conocemos a Dios y nos reconocemos en El".

Cierto que la Teología entraña investigación, pero dado el objeto de su estudio no puede ser nunca un simple ejercicio de la razón, sino una tarea en la que participe todo nuestro ser y en la que el trabajo meramente intelectual siga la adoración en espíritu y en verdad, propia de quienes son estudiantes de la verdad divino. La meditación teológica debe producir el encuentro con Dios, la comunión renovada incesantemente con El; de ahí que sea ejercicio de la fe tanto como la razón, un instrumento al servicio de la comunidad creyente.

La Razón Por la Teología

La verdadera Teología no es nunca mera teoría o simple discurso, es siempre un don de Dios por su Palabra y su Espíritu; se trata de algo dinámico: La verdad de Dios comunicada por su Revelación, que nos alcanza y nos renueva.

Descubrir La Verdad De Dios Es La Misión De La Teología

A encontrar no simplemente conocer a este mismo Dios. En este encuentro Dios me habla de sí mismo y de mí. Tenemos que dejarle decir lo que El es, lo que El quiere, lo que yo soy y lo que espera de mí. La verdadera Teología es como una llama que nos quema y nos ilumina, nos vivifica y nos transforma.

Para que sea así la Teología no puede ser otra cosa que una reflexión de los pensamientos de Dios, una escucha atenta de lo que Dios primero quiere decirnos en su palabra. La Teología Evangélica va a la palabra para sacar todo su contenido y para poder, luego, exponerlo de manera consistente, ordenada y didáctica. Entonces la Teología Evangélica es una explicación actual de la Revelación Bíblica, un reflejo de la verdad revelada y eterna para las necesidades del pueblo de Dios en su peregrinaje histórico.

La Necesidad Por La Teología:

La pregunta ¿Es necesaria la Teología? es importante. ¿Cómo podemos contestarla?

Hay dos razones porque la Teología es necesaria:

A. Para El Crecimiento Espiritual:

"Creced en la gracia, y el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo" (II Ped 3:18).

Las escrituras describen a los creyentes en muchas formas diferentes. Somos "bebes" (I Ped 2:2); "Piedras vivas" (I Ped 2:5); "Pámpanos de la vid" (Jn 15:5), a mencionar pocos.

El creyente esta viviendo y es la naturaleza de las cosas vivas a crecer. El crecimiento espiritual viene solamente por la palabra de Dios. (I Ped 2:2). Sin la Teología no es posible crecer en nuestro Señor y Salvador Jesucristo.

B. Para La Encomienda Evangelizadora:

Según II Cor 5:19-20 somos "embajadores en el nombre de Cristo". Como embajadores en el nombre de Cristo, somos portadores del mensaje del Evangelio. Se impone un aprendizaje a fondo de este mensaje; un dominio profundo y amplio de la totalidad del mismo. Se exige, en suma, del embajador que conozca los documentos de los que es portador y portavoz. ¿Qué impresión causaría un diplomático que no estuviera familiarizado con el contenido de la encomienda oficial de su gobierno?. De la misma manera, es condición indispensable para el cristiano el conocer más y más la Sagrada Escritura en que llega hasta él el mensaje de su Señor.

La ignorancia es la madre de la superstición, no de la devoción. Seremos instrumentos idóneos en el servicio del Señor solamente en la medida en que sepamos manejar "la espada del Espíritu que es la Palabra de Dios" (Efes 6:17).

Entonces es evidente que tenemos necesidad de la Teología.

La Definición De La Teología:

La Teología es la ciencia de Dios. Decimos ciencia de Dios por dos razones:

a. Porque procede de El.

Sin su iniciativa de darse a conocer no podría haber Teología en el sentido estricto del vocablo.

En todas las cosas espirituales Dios toma la iniciativa.

El evangelio empieza con Dios. (Rom.1:1; Efes 2:4).

b. Porque su objeto de conocimiento es la Divinidad.

La existencia de Dios, su carácter; sus propósitos para con el universo creado, para con sus criaturas, para con sus redimidos y para con la historia todas están incluidos en la Teología.

A.H.Strong dice: "La Teología se ocupa no solamente de Dios sino de aquellas relaciones entre Dios y el universo que nos llevan a hablar de creación, providencia y redención".

La Teología es una ciencia porque, como cualquier otra ciencia, ella no crea sino que descubre los hechos ya existentes y sus relaciones mutuas, tratando de mostrar su unidad y su armonía en las diferentes partes de un sistema orgánico de verdad. Los hechos que maneja la Teología y sus relaciones estructurales existentes por sí mismos, es decir: tienen una existencia independiente del proceso mental del teólogo que se aplica a su estudio.

Existe Teología porque tenemos una Revelación previa de parte de Dios. Como decía Carlos Hodge, la Escritura suministra todos los hechos que constituyen el material de estudio; así la Biblia es la fuente de la Teología mientras que Dios es su objeto supremo de estudio.

La Tarea Teológica

Como se describe precisamente la tarea teológica se determinará por el Sitz im Leben del teólogo, gobernado como es por sus propias calificaciones intelectuales, situación socio-histórica, erudición y posición teológica.

Aspectos Generales de la Tarea Teológica

La tarea teológica en general es tanto constructiva como demostrativa, tanto critica como defensiva:

“1. Constructiva en que el teólogo, tratando primeramente con los dogmas en la confesión de su iglesia, trata de combinarles en un total sistemática.- no siempre una tarea fácil, como los enlaces entre muchas verdades que son simplemente dichas de una manera general deben ser descubiertos, suplidos y formulados de tal manera que la conexión orgánica de los varios dogmas llegue a ser clara, con nuevas líneas de desarrollo siendo sugeridas que están en armonía con la estructura teológica del pasado;

2. Demostrativa en que el teólogo no debe por su sistematizar de dogma simplemente describir lo que su iglesia anima a otros creer, sino también debe demostrar la verdad de él por mostrar exegéticamente que cada parte de el está enraizado profundamente en el subsuelo de las Escrituras, ofreciendo prueba bíblica para los dogmas individuos, para sus enlaces, y para cualesquier nuevos elementos que él puede sugerir;

3. Critica en que el teólogo debe dar campo para la posibilidad de un desvío de la verdad en algún punto u otro en los dogmas de su iglesia y en el sistema sistemático que el mismo propone, significando primero que si él detecta errores en cualquier parte, debe tratar de remediarles de la manera correcta, y segundo, si descubre lagunas, debe tratar de suplir lo que falta (“ecclesia reformata, semper reformanda”) ; y

4. Defensiva en que el teólogo, preocupado como está con la buscada de la verdad absoluta, no solamente debe tomar en cuenta desvíos históricos anteriores de la verdad para él mismo evitarles, pero también debe defenderse contra todos los ataques heréticos actuales contra los verdaderos dogmas en el sistema de su iglesia.” (Berkhof Introducción a Teología Sistemática p 58-59)

En cuanto a la tarea de teología sistemática en especial, debe ser (1) comprehensiva, o sea tratar de todas las enseñanzas normales de las Escrituras; (2) coherente, o sea demostrar las interrelaciones de los varios temas, (3) contextual, o sea interpretar cuandoquiera y dondequiera posible, el alcance de doctrina en términos de temas actuales, y (4) conversacional, o sea tratar puntos de vista históricos y contemporáneos.

El teólogo debe animar y ejercer el ministerio de enseñanza en la iglesia y reactivar la función catequética para confirmar tanto iglesia como individuos para que no sean movidos por doctrinas extrañas y finalmente destruidos.

Teología Y La Biblia

La teología trata de fe y las escrituras. La Biblia es la única autoridad para una teología verdadera. En este respecto la ortodoxia se contraste tanto con el Catolicismo romano y el modernismo. El anterior nunca ha dado su lugar correcto a la palabra de Dios como la única regla de autoridad (sola scriptura) pero ha puesto la tradición, decretos de concilios y desde 1870 declaraciones ex - catederas del Papa al lado de esta. El ultimo le ha sujetado la escritura a la ultima autoridad del hombre. En cualquier caso la Biblia es destronada efectivamente, y evangelios falsos proclamados. La primera calificación de un teólogo es que es un hombre salvo. "Un ministerio inconverso no quedará ortodoxo" (A.A.Hodge). Solamente una fe evangélica puede responder a la autoridad y el mensaje de la Biblia y el hombre que tiene tal fe verá de inmediato que cualquier repudiación de la autenticidad de la historia bíblica le lleva inevitablemente a una repudiación de la autenticidad de Cristo que dio esa palabra.

La teología esta atada por la palabra en esto esta su libertad y vitalidad porque mientras la verdad de las escrituras es constante nunca es estancada y la teología que trabaja en respuesta gozosa y obediente a la palabra nunca fallará a ser dinámica y nunca fallará a ser pertinente.

Teología Y Los Credos

La mayoría de las iglesias reformadas son iglesias confesionales, eso es, se han comprometido oficialmente a ciertos credos. Los dirigentes deben firmar dichos credos.

Los credos son la articulación humana de las iglesias de la verdad revelada en las escrituras. Definiciones credales son mayormente moldeadas en el contexto de la situación en que son preparados, son afirmaciones positivos de la verdad bíblica pero son definidos en reacción conciente a los errores prevalecientes al tiempo de su formulación. Defienden posiciones bajo ataque por contra afirmaciones positivas.

La teología reconoce el valor apologética de los credos pero se queda conciente del peligro, de exaltar las varias afirmaciones confesionales a un estado de infalibilidad. A hacerlo es violar el corazón mismo de las grandes confesiones reformadas y fallar de apreciar la actitud de los teólogos quienes los escribieron a la Biblia y a su propia articulación de la verdad bíblica. Nunca fue la intención de tales hombres elevar afirmaciones credales al nivel autoritativo de la revelación divina.

Valiosos y necesarios como son los credos siempre son confesiones humanas y falibles de la fe. Entonces la palabra de Dios tiene prioridad constante sobre los credos y sigue como la única norma de la iglesia. La teología no puede reconocer ninguna otra norma. Lealtad a los credos siempre debe ser una lealtad a las verdades reveladas que le explican en una forma sistemática. Los credos siempre son subordinados a ese mensaje son mantenidos honorablemente cuando son reconocidos como documentos humanos, siempre sujetos a la piedra de toque de la palabra de Dios. Proclaman lo que la iglesia en cada generación entendía ser el evangelio de las escrituras. Así que la teología siendo completamente atada por la palabra reconoce el carácter humano de todos los credos y confesiones no comete la idolatría de poner los credos como iguales con la Biblia y sin embargo no es tan ingenuo como imaginarse que porque un hombre profesa crear la Biblia necesariamente acepta la doctrina cristiana. Muchos miembros de las sectas modernas hacen esta profesión.

La teología es rápida en respetar los credos históricos como afirmaciones concisas de la verdad de las escrituras y así son aceptados como basados en y de acuerdo con la palabra de Dios y entonces de gran valor practica a la iglesia cristiana.

Las iglesias reformadas han heredado algunos excelentes credos, y por supuesto no podemos aceptar estos símbolos como simplemente señas por el camino que la iglesia ha viajado, teniendo significado y valor por un día pasado pero ya no verdades para nosotros. Esta es una actitud liberal y es consistente con el rechazo antropocéntrico de liberalismo de la infalibilidad de las escrituras y su rechazo consiguiente de teología proposicional. Al otro lado necesitamos enfatizar que un credo solamente puede tener una autoridad subordinado y derivada para la iglesia; no tiene ninguna autoridad intrínseca esta pertenece solamente a las escrituras.

Dada esta actitud a los credos la teología esta dejado libre a escuchar y responder a la palabra, siendo consciente al hecho que nueva luz y fresca verdad puede todavía salir de la palabra de Dios. Los credos no son ni exhaustivos ni finales. La palabra de Dios habla nuevamente a cada generación en su situación especial y escuchando esa palabra la teología, como en el pasado seguirá a dar testimonio por Cristo. Como la iglesia se enfrenta con nuevas situaciones y nuevas amenazas al evangelio así debe proclamar la antigua verdad de aquel evangelio en una nueva manera que esta pertinente al momento. Ningún credo, no importa cuan grande, debe ser considerado como el último hito en la historia de la iglesia. Solamente necesitamos pensar en la filosofía existencialista hoy en día para ver que hay una constante necesidad para la teología, no a ajustar su mensaje, sino a hacerlo pertinente a su ambiente. No solamente debe la teología constantemente escuchar la palabra de Dios pero debe constantemente decir lo que escucha.

Teología Y El Pulpito

Hemos visto que la teología es llamada a un constante y obediente escuchar a la palabra de Dios; que esta atado por la palabra; que porque esta atada por la palabra de Dios esta gloriosamente libre y dinámica; y hemos visto que la teología debe decir lo que escucha. El estudio nunca debe ser divorciado del pulpito.

La iglesia del Nuevo Testamento estaba preocupada con proclamación. Los predicadores cristianos primitivos fueron heraldos del rey de los reyes. Proclamaron las buenas nuevas a un mundo cansado. La palabra que predicaron fue una palabra de poder la palabra del Señor. Debe ser igual hoy en día. Una teología fiel y sensible alcanzará desde el estudio hacia el pulpito y habrá una proclamación viva y vital de la palabra de Dios a los hombres. Una teología a que le falta hacer esto no es digno del nombre, ha perdido su camino. Es estéril y sin poder.

Demasiadas veces la idea ha avanzada que un estudio de teología impedirá la predica efectiva del evangelio. Nada podía ser mas lejos de la verdad. Es verdad que el predicador que se limite en su lectura a textos teológicos y poco a poco adquiere la terminología técnica llegará a ser distante de su pueblo. Tal curso es poco menos de desastroso. Es esta tendencia que ha llevado a la idea equivocada que el estudio de la teología impide la franca y sencilla predicación del evangelio. Debemos recordar que los dichos de nuestro Señor siempre eran exactos, siempre profundos, sin embargo leamos que "gran multitud del pueblo le oía de buena gana" (Marc 12:37). El predicador que constantemente escucha la palabra de Dios y responde a aquella palabra en obediencia, mientras se beneficiará del uso de libros de textos, se quedará bajo la influencia de las escrituras, y su exactitud de dicho será igualado por su fervor. La idea que la teología matará todo celo en el pulpito se refute mejor por el ejemplo de tales hombres como Whitefield, Edwards y Spurgeon.

Teología siempre debe ser enfocada en el pulpito si va a cumplir su propósito y no llegar a ser simplemente un ejercicio académico. El gran fracaso de la moderna teología liberal es que es totalmente inapropiada para el pulpito - aparte de su herejía intrínseca. Habla en el lenguaje de la filosofía existencialista, en términos que no pueden ser traducidos en el idioma del hombre común, y aún si pudiera ser traducida así, no esta de acuerdo con la revelación de Dios en las sagradas escrituras.

La gloria de nuestra fe evangélica es la sencillez que se junta con la profundidad y la fidelidad con que presenta el mensaje bíblico. Uno de los mejores ejemplos de la predicación evangélica se encuentra en los sermones de J.C. Ryle. Son marcados por maravillosa sencillez exactitud teológica y fervor inconfundible.

Entonces la teología esta en punto medio entre la palabra de Dios como su vida y el pulpito como su meta. Vive para servir el pulpito. Es el material del predicador. Una teología que no se puede predicar no es de ningún valor a nadie. Abstracciones vagas nunca disiparán ni ayudarán al hombre en la congregación ni serán utilizadas a llevar a los pecadores al arrepentimiento. Una teología que sigue el camino de deducción lógica y que se arguye que porque esto es verdad entonces aquello debe ser verdad ya se ha desviada y esta yendo hacia una sistema cerrada que no es mas grande que la razón humana y que fallará a satisfacer la necesidad mas profunda del hombre. Esta fría y escolástica. Pero una teología que siempre responde en fe inteligente a lo que esta revelado en las escrituras y solamente declara lo que escucha en las escrituras siempre alcanzará el corazón y la conciencia de los hombres y las mujeres mientras esta aplicada por el Espíritu Santo. Tal teología será el poder y la gloria del púlpito y un arma poderosa en la mano del predicador.

Teología no esta primeramente preocupada con solucionar problemas intelectuales. Un Dios a quien podíamos entender completamente no seria más grande que nosotros mismos. Teología se dirige al contenido del evangelio y por consecuencia continuamente esta alabando a Dios por la gloria de su poderosa gracia. El teólogo que escucha la palabra de gracia no puede faltar en adorar al Dios de la gracia. Teología y doxología andan mano a mano. Vean cuantas veces Pablo, en medio de sus grandes dichos de las doctrinas de la gracia se interrumpe con cánticos de alabanza (cp Efes 3:20,21; Rom 11:33-36 etc)

En una etapa de confusión y grandes conyecturas, necesitamos ser guiados por esa palabra infalible, y a hablar su mensaje salvador a los hombres. Solamente Así, como Pablo antes predicaremos el reino de Dios enseñando acerca del Señor Jesucristo abiertamente (Hech 28:31). Solamente Así nuestro testimonio será verdad y sincero, y solamente así será sencillo y directo. Entonces nuestra teología será parte integra de nuestra predicación. nuestra alabanza y nuestra oración. Llegará a ser una realidad en nuestras vidas, y la palabra que proclamamos será utilizada, por la gracia de Dios, a enseñar a los transgresores los caminos de Dios (Sal 51:13).

La gran necesidad en el púlpito hoy no es por menos teología, sino mas bien por mas teología, o para ser exacto, la teología correcta, porque en realidad cada predicador proclama algún tipo de teología, sea buena, mala, o indiferente. Es el deber y el privilegio de cada predicador ser disciplinado por la palabra de Dios, a ser sujeto a la palabra de Dios y a ser tan dominado por esa palabra, que en el púlpito solamente esa palabra es escuchada, mientras una vez mas el Cristo vivo esta delante de los hombres con el desafió de Su cruz y Su corona.

La Meta de la Teología

Nuestra meta en todo debe ser la gloria de Dios. En el campo teológico ésta se expresa en nuestra actitud.

Debemos tener reverencia para las Sagradas Escrituras como la palabra de Dios a nosotros la última fuente instrumental y norma para fe y vida.

Tengamos pavor como los que han sido dado el gran privilegio de estudiar la “mente de Cristo” revelada en las Escrituras.

Tengamos sobriedad como los que han sido llamados a anunciar la palabra del juicio de Dios a los pueblos del mundo.

Tengamos gozo como los que han sido llamados a proclamar la palabra de gracia de Dios a los mismos pueblos.

Tengamos mansedumbre como los que reconocen que ellos también deben vivir por y bajo esa misma palabra que ellos estudian y aplican a las vidas de otros.

Tengamos coraje a aplicar los entendimientos doctrinales que ganamos de manera atractiva y práctica al vivir cristiano y a un mundo con gran necesidad.

Tengamos preocupación sincera para una evangelización bíblicamente fiel de un mundo perdido, y para la subyugación judicial de las naciones bajo la “equidad general” del gobierno mesiánico actual de Cristo.

Tengamos una dependencia, humilde y con oración, en Dios por todas estas cosas, con la oración perpetua que “sea la luz de Jehová nuestro Dios sobre nosotros, y la obra de nuestras manos confirma sobre nosotros” (Sal 90:17).

Teología Filosófica

Muchas veces las mismas preguntas que hacemos como cristianos se hacen en otras comunidades también. Los filósofos siempre se han preguntado si hay un dios o no, y si hay ¿cómo es? Los cristianos han respondido a tales investigaciones de diferentes maneras. Dependiendo de si han visto un área común entre teología y filosofía o no. Ejemplos de la respuesta positiva a esta pregunta incluyen el análisis patrístico de la naturaleza de Dios en términos de la filosofía griega de su día; las cinco “pruebas” por la existencia de Dios desarrolladas por Tomás Aquino a base de ideas aristoteliánas; la cristología de escritores del siglo XIX como D.F. Strauss que sacan ideas del entendimiento hegeliano del proceso histórico; y las ideas existencialistas en cuanto a cristología de Rodolfo Bultmann. En cada instante un sistema filosófico se trata como un recurso en el desarrollo de una teología. Algunos teólogos vieron una filosofía como una base segura sobre la cual teología puede edificar.

Pero siempre ha habido una tendencia en contra de esta idea y que rechaza el uso de filosofías seculares en teología. En el siglo II Tertuliano preguntó “¿Qué tiene que ver Atenas con Jerusalén? ¿O la Academia con la Iglesia?” En el siglo XX Karl Barth arguyó que el uso de filosofía de esta manera últimamente hizo la auto-revelación de Dios dependiente de una filosofía particular. Desde una perspectiva evangélica, Cornelio van Til también rechazó la mente caída y pecaminosa del hombre como una base común entre el creyente y el incrédulo, arguyendo que la única área común fue la creación y la gracia común de Dios.

Áreas en Común y Prologómena

Prologomena viene del griego y significa “las cosas que vienen antes”, o sea lo que se necesita decir antes de empezar el estudio de teología en si. Esto es especialmente importante en el área de apologética. Los Apologistas en el siglo II buscaron un área común entre ellos y la cultura alrededor para poder alcanzar a los filósofos griegos.

Desde la Ilustración el mundo ha llegado a ser más y más secular y ya no se puede suponer que los hombres y mujeres creen en la existencia de un dios, mucho menos que tengan conceptos cristianos de él. Muchas veces se tiene que comprobar como alguien puede saber algo de Dios en primer lugar. Hablar de cómo podemos saber algo acerca de Dios llega a ser tan importante que hablar de que podemos saber de él. En tales circunstancias llegó a ser importante saber cuales eran las áreas en común entre cristianos y otros.

Las siguientes ideas son importantes:

F.D.E. Schleiermacher pensó que el área común fue “el sentido de total dependencia”. Teología cristiana interpretó esta emoción básica como “un sentido de dependencia en Dios”, y lo relacionó a las doctrinas de pecado y redención.

Paul Tillich desarrolló un “método de correlación” basada en la idea que los seres humanos se hicieron ciertas “últimas preguntas” acerca de su existencia. Entonces teología analiza la situación de la cual las preguntas existenciales surgen y muestra que los símbolos utilizados en el mensaje cristiano son las respuestas a estas preguntas.

Karl Rahner enfatizó la importancia del deseo humano básico de trascender los límites de la naturaleza humana. Estamos conscientes de un sentido de haber sido hechos para algo más de lo que somos ya, o más que podemos esperar realizar por nuestras propias habilidades. La revelación cristiana supla el “más” a que la experiencia humana señala.

Pero muchos, incluyendo los neo-ortodoxos, han protestado que esto es simplemente reducir teología a las necesidades humanas. Barth declaró que teología no dependía en ningún sentido en ninguna filosofía humana, sino fue autónoma. Dios está perfectamente capaz de revelarse sin ninguna ayuda humana. Así prologomina no significa “las cosas que se necesita decir antes de hablar de teología”, sino “las cosas que se necesita hablar primero en teología”.- o sea la doctrina de la Palabra de Dios.

Cornilio van Til arguye también que la revelación de Dios es auto-autenticadora. A sus oponentes esto parece fideismo, o sea un sistema que se justifica por sus propias normas, que no necesitan ser compartidas o aprobadas por nadie más.

La Naturaleza de Fe

Desde la Ilustración fe es visto como un tipo de conocimiento inferior, algo que se puede aceptar sugestivamente aunque no se le puede probar objetivamente. Pero en la Biblia “fe” tiene que ver con como se conoce las cosas (Heb 11:1-6) y también con la apropiación de la salvación.

Fe y Conocimiento.- Tomás Aquino

Según Aquino fe es un punto intermedio entre conocimiento (Scientia) y opinión. Scientia es algo evidentemente verdad, o que se puede demostrar derivar de algo evidentemente verdad. En cuanto a fe, en contraste, la evidencia no es suficiente a obligar creencia (ej. los Artículos de Fe en los Credos). Para Aquino el objeto de fe son proposiciones acerca de Dios o la fe cristiana. “Tener fe” es aceptar estos artículos como verdades, aún cuando no se les puede demostrar sin duda. El contenido de la fe cristiana es consecuente con la razón humana (vea las cinco evidencias para la existencia de Dios). Pero también es una respuesta a la revelación divina.

Fe y Salvación.- Martín Lutero

Para Lutero la doctrina de justificación por la fe hizo de la fe la piedra angular de su espiritualidad y teología. La Caída fue una caída de fe, que es la relación correcta con Dios (Gén 15:6). Tener fe es vivir según Dios propone que vivamos. La idea de fe en Lutero tiene tres elementos:

1. Fe tiene una referencia personal más bien que simplemente histórica;

2. Fe tiene que ver con confianza en las promesas de Dios (FIDUCIA), una confianza dispuesta a actuar sobre su creencia. Su eficacia no depende de su intensidad, sino de lo fidedigno de él en quien creemos. Es, además, una convicción constante.

3. Fe une al creyente a Cristo

Fe es como un matrimonio.- todo lo que tienen, tienen en común por bien o por mal. Es un compromiso total entre Cristo y el creyente.

Aquino y Lutero Comparados

1. Aquino tiende a adoptar un acercamiento filosófico a fe, mientras Lutero está más religioso.

2. Aquino tiende a considerar fe como relacionada a propuestas acerca de Dios, Lutero la entiende relacionarse a las promesas de Dios.

3. Aquino relata fe a evidencia, Lutero la relata al hecho que Dios es personalmente fidedigno.

4. La idea de Aquino en cuanto a fe es teológica, en que se relaciona a Dios mismo; la de Lutero es más cristológica, por dos razones: primero porque el objeto de la fe es unir al creyente a Cristo, segundo, Cristo es la manifestación histórica, ó demostración de lo fidedigno de Dios a las promesas divinas.

Fe y Razón

Generalmente los teólogos arguyeron que, aunque la razón no trae a los individuos a fe en Dios, sin embargo los creyentes pueden dar razones racionales por su fe en Dios. Así Aquino mostró indicios de la existencia de Dios sacados de la general experiencia humana del mundo, - el mundo refleja a Dios su Creador, (La Analogía de Ser) y sus famosos cinco argumentos para la existencia de Dios.

La Naturaleza de Lenguaje Teológica

Si nuestro lenguaje está limitado, ¿cómo, entonces, podemos describir a Dios?

Analogía

El hecho que Dios creó el mundo significa que hay una “analogía de ser” (analogía entis) entre Dios y el mundo. Por esta razón es legítimo usar entidades dentro del orden creado como analogías para Dios. Al hacer esto, no reducimos a Dios al nivel de un objeto o ser creado; simplemente afirmamos que hay algo similar o correspondiente entre Dios y este ser que permite al último a actuar como una señal a Dios (ej. Dios es Padre, Rey) Revelación divina utiliza imágenes e ideas del mundo cotidiano.- pero no reducen a Dios a este nivel. Al decir “Dios es amor” no lo reducimos a nuestras ideas de amor, sin embargo amor humano refleja algo del amor divino.

Pero ninguna analogía está adecuada en si, entonces la Biblia nos da múltiples analogías que funcionan juntas. Cada una de estas ilumina ciertos aspectos de nuestro entendimiento. Tomadas así nos ayudan a tener un cuadro más completo del tema.

Acomodación

Todos están de acuerdo que Dios se acomoda a nuestras limitaciones al hablarnos. “Dios condesciende y baja a nosotros, acomodando a nuestra debilidad, como un profesor hablando un ´pequeño lenguaje´ a sus niños, o como un padre cuidando por sus propios hijos y adoptando sus maneras” (Origenes). Calvino arguyó que en revelación Dios se acomoda a las capacidades de la mente y el corazón humanos. Pero ¿hasta que punto se entiende esto? (ej. Copèrnicus y el centro del sistema solar fue opuesto por algunos a base de Sal 93:1 etc.)

Compromiso y Neutralidad en Teología

Desde el siglo XII ha habido debate sobre si es necesario tener un compromiso par enseñar teología (Bernardo de Clairvaux) o si fuera una disciplina académica no más (Pedro Abelardo). Todavía sigue el debate. Los argumentos son los siguientes:

1. Separación es necesario por parte del erudito en la búsqueda de la verdad. Esto quita los prejuicios de un compromiso.

2. La teología debe estar dispuesta a hacer preguntas duras en cuanto a su credibilidad intelectual, sus métodos y sus ideas.

Pero hay argumentos a favor de compromiso también:

1. Si algo es verdad, ¿no se debe comprometer con él? Así el argumento de la teología de liberación exige compromiso total en y con la sociedad oprimida. Verdad exige compromiso.

2. Todos tienen presuposiciones. Neutralidad no es posible (Cornelio van Til).

3. Teología cristiana viene como respuesta a la fe de una comunidad, es “fe buscando entendimiento” (Anselmo). Fe implica compromiso. Cristianismo tiene que ver con proclamación, oración y adoración. Estas actividades llevan a teología.- y si un teólogo no proclama la fe, ora a Dios, y adora al Cristo resucitado, entonces no se puede decir que ha entendido el propósito de teología.

Herejía y Ortodoxia

Desde el punto de vista académico puede parecer que herejía es simplemente la opinión del partido que históricamente perdió el debate. Sin embargo, es más que esto. Herejía es algo que preservó la apariencia del cristianismo, pero contradecía su esencia.

Si la esencia distinta del cristianismo es el hecho que Dios nos ha redimido por medio de Jesucristo, y no por nadie más, y de ninguna otra manera, entonces sigue que el entendimiento cristiano de Dios, Jesucristo, y la naturaleza humana debe ser consecuente con este entendimiento de redención. Entonces el entendimiento cristiano de Dios debe ser tal que Dios puede efectuar redención por medio de Cristo; el entendimiento cristiano de Cristo debe ser tal que Dios puede efectuar redención por medio de él; el entendimiento cristiano de la humanidad debe ser tal que redención sea tanto posible como genuina. En otras palabras, es esencial que el entendimiento cristiano de Dios, Cristo, y la humanidad sea consecuente con el principio de redención por medio de Cristo solamente. Así herejía es una forma inadecuada o inauténtica de fe cristiana.

Fuentes de Teología

Como todas las disciplinas, teología usa varias fuentes. Hay debate sobre su identidad y su importancia relativa para análisis teológico. Hablando generalmente se han reconocido cuatro fuentes principales:

1. Las Escrituras

2. La Razón

3. La Tradición

4. La Experiencia

Cada una de estas fuentes tiene una contribución distinta que hacer dentro de la disciplina de teología. Sin embargo, la mayoría de los evangélicos reconoce solamente als Escrituras como la única verdadera fuente de la teología.

Como cristianos creemos que no podemos saber nada acerca de Dios hasta que él nos lo revela. Solamente a base de su revelación podemos hablar de Dios en distinción de especulación. Dios se revela en la creación, la providencia o la historia, y en maneras especiales (hoy en día la Biblia).

Revelación General da conocimiento de Dios el Creador, pero se requiera Revelación Especial para dar conocimiento de Dios el Redentor. (Vea Calvino Institución Libro I.)

1. Las Escrituras

Las Escrituras son textos que son autoritativos para el pensar cristiano. Pero siempre debemos recordar que no son simplemente el objeto de estudio académico: también se les lee y expone dentro del contexto de adoración pública, y son el sujeto de meditación y devoción por parte del individuo cristiano. Esto es porque son la Palabra de Dios escrita.

2. La Razón

La segunda fuente principal a considerarse es la razón humana. Todos han reconocido esta fuente siempre. Como el ser humano es racional sigue que debe usar su razón al hablar de Dios. Pero ha habido tres maneras de hacer esto:

a. Teología es una Disciplina Racional

Esta fue la posición de Tomás de Aquino. El arguyó que teología fue racional (así sus cinco pruebas de la existencia de Dios) pero que también tuvo acceso a fuentes más allá de la razón, o sea revelación. Así la teología se hace sobre la base de razón pero con los materiales de revelación.

b. Teología es la Re-publicación de las Ideas de Razón.

Esta idea fue que el cristianismo es razonable y debe ser capaz de probarse por la razón. Así es reducido al nivel de razón. Lo que no es razonable no debe admitirse. Así también la razón toma prioridad sobre revelación.

c. Teología es Redundante: la Razón Reina

Esta es la extensión lógica del anterior. Si no necesitamos revelación para hacer teología, entonces ¿de qué valor es la teología si no dice nada más que la razón?

Se desarrolló las ideas de Deísmo que decían que el hombre puede tener una idea de Dios por pensar en los atributos adecuados para un dios y proyectarles a infinidad. Así revelación no tiene ningún papel en la teología. En realidad teología no es necesaria. La conclusión fue rechazar todo lo sobrenatural.

Pero el problema interno con este sistema es que nadie está de acuerdo en cuanto a que constituyen principios de “razón universal”. Además ignora la realidad de los efectos de la Caída en la razón humana. La razón, como las demás facultades humanas, se ha dañada por la caída. Así no es capaz de juzgar las cosas de Dios correctamente. Entonces, aún Aquino dio demasiada importancia a la razón en primer lugar.

3. La Tradición

La palabra “tradición” implica no solamente algo pasado de generación a generación, sino un proceso activo de reflexión por él cual ideas teológicas y espirituales son valoradas, evaluadas y trasmitidas. Hay tres acercamientos básicos dentro de la teología:

a. Una Teoría de una Sola Fuente de Tradición

En respuesta a varias ideas equivocadas en la iglesia primitiva se desarrolló un método de interpretar las Escrituras que fue considerado correcto. Esta interpretación “ortodoxa” fue considerada la correcta (Ireneo de Lyons) y así este método tradicional fue la guía para otras interpretaciones. Esta posición fue adoptada por los Reformadores magisteriales para defender la doctrina de la Trinidad, pero también la del bautismo de niños. No elevaron juicio privado sobre el juicio unido e histórico de la Iglesia.

b. Una Teoría de una Doble Fuente de Tradición

En esta posición “tradición” es vista como una fuente separada y distinta de revelación en adición a las Escrituras. Es la posición tradicional de la Iglesia Católica Romana.

c. Un Rechazo Total de Tradición

Esta fue la posición de algunos de los Reformadores Radicales. Estos rechazaron el bautismo de niños, pero también algunos rechazaron las doctrinas de la Trinidad y la deidad de Cristo. Su argumento fue que uno necesita solamente la Biblia y la iluminación del Espíritu Santo. Racionalismo también rechazó tradiciones del pasado, pero sobre la base que cada uno podía razonar por si mismo en cuanto a sus creencias.

4. La Experiencia

Experiencia es un cuerpo de conocimiento acumulado, surgiendo por encuentro a primera mano con la vida (ej. un profesor de experiencia). Pero también se refiere a la vida interna en que uno este conciente de sus propios sentimientos y emociones sujetivos.

Filosofía Existencialista se base en la idea que no solamente existimos, sino también estamos concientes de esto y estamos concientes que un día nuestra existencia terminará con la muerte. Existencialismo es primeramente una actitud a la vida humana que enfatiza la experiencia inmediata de la vida real de los individuos. Pero también es un movimiento desarrollado por las ideas de Soren Kierkegaard. Martín Heidegger en su obra Existencia y Tiempo dio impulso a Rodolfo Bultmann a desarrollar un “existencialismo cristiano” Vio el N.T. en términos existencialistas. Hay dos modelos para la relación entre experiencia y teología:

a Experiencia como Recurso Fundamental

Este punto de vista muchas veces habla de “la experiencia humana común” y ve la teología cristiana como el intento de reflexionar sobre este experiencia común. Además puede proveer una base común con los no cristianos en la experiencia humana. Así apologética puede mostrar que el Evangelio da sentido a la experiencia humana.

Pero, como con el racionalismo, el problema es en encontrar evidencia para una “experiencia fundamental común” por toda la historia y cultura humanas. Experiencias son difíciles de verificar y clarificar. Por esto el segundo método ha sido preferido.

b. Experiencia es algo que Requiere Ser Interpretada

Teología cristiana provee un marco dentro del cual las ambigüedades de experiencia se pueden interpretar. Teología trata de interpretar experiencia. Experiencia es de importancia vital a teología. Sin experiencia teología está empobrecida y deficiente. Pero experiencia misma a solas no puede considerarse como un recurso teológico seguro, tiene que ser interpretada y corregida por la teología.

Lutero da el ejemplo de la cruz. Parecía a los discípulos, y aún a Jesús (Mat 27:46) que Dios no estaba presente. Su experiencia y sus sentimientos no fueron seguros como guías a la presencia de Dios. La resurrección destruye este juicio: Dios estaba presente de una manera escondida que la experiencia entendió por ausencia. Teología interprete nuestros sentimientos, aún hasta el punto de contradecirles cuando estén erróneos. Enfatiza la fidelidad de Dios y la realidad de la esperanza de la resurrección.- aún cuando experiencia parece sugerir otra cosa. Así teología nos da un marco para sacar sentido de las contradicciones de la experiencia.

Agustín también usó teología a interpretar experiencia, esta vez de una manera positiva. Dijo que el sentido humano de no ser satisfecho fue el resulto de los hechos de que somos hechos a la imagen de Dios pero caídos a la vez: “Tu nos has hecho para ti mismo, y nuestros corazones están inquietos hasta descansar en ti”.

F.D.E. Schleiermacher trató de usar experiencia humana como punto de partido en teología. Enfatizó el “sentido de total dependencia” cuyos origines se podría trazar a Dios. Pero Ludwig Feuerbach mostró sus problemas.

Según Feuerbach los seres humanos han creado dioses que encarnen su propio concepto de sus aspiraciones, miedos y necesidades. El “sentido” humano no tiene nada que ver con Dios, es de origen puramente humano, malentendido por una imaginación humana sobre activa.

En respuesta a esta idea necesitamos decir que tenemos una revelación objetiva de Dios. Esto es lo que las Escrituras nos proveen. De verdad usamos nuestra razón al interpretarles, pero la reconocemos como una facultad que Dios nos ha dado. Aunque está dañada por la caída, podemos usarla para formular ideas. Pero necesitamos decir que teología no es especulación sobre Dios como muchos piensan. Más bien nuestro conocimiento es análogo, en las palabras de Agustín, “pensando los pensamientos de Dios después de él”. En otras palabras, nuestra razón, al hablar de teología, solamente puede formular los datos que Dios nos ha revelado. De otro modo Feuerbach tiene razón.- son nada más que nuestras ideas. Aún así, nuestra razón está viciada por la caída y necesitamos admitir que podemos estar equivocados.

Tradición puede ayudarnos. Reconocemos que en la providencia de Dios él ha levantado hombres a quienes él ha dotado para enseñar su palabra. El hecho que ellos han muerto no hace sus obras menos valiosas. Pero también reconocemos que pueden equivocarse. Entonces no son una autoridad absoluta y podemos discrepar con ellos.

Experiencia también es sujetiva y puede equivocarse. Puede representar nuestras ideas, no más. Además es posible para dos personas tener la misma experiencia e interpretarle de diferentes maneras. Entonces no es una fuente fidedigna para la teología cristiana.

Todo esto debe dejarnos humildes delante de Dios, aún en cuanto a nosotros mismos y nuestras propias limitaciones. Teología se debe hacer siempre delante de Dios con un sentido de humildad y reverencia.

Si Dios existe tal como la Biblia nos dice, ¿no tendría derecho de hablarnos con autoridad? Entonces nuestro conocimiento será verdadero solamente en cuanto corresponde a su conocimiento. Razón y experiencia deben someterse a Dios. Si no es así, caímos en el error de Eva. Ella usó su razón para decidir entre Dios y la serpiente. Su experiencia iba a ser la prueba de la autoridad de Dios. Así ella llegó a ser la última autoridad.

Pero nosotros estamos en una peor posición que Eva, porque nuestros corazones son pecaminosos. Necesitamos ser regenerados antes de poder entender a Dios correctamente. Después de todo, teología es moral. No es una ciencia que podemos estudiar “objetivamente”, porque lo más que conocemos de Dios lo más responsables estamos delante de él. Lo más que nos equivocamos al hablar de él lo más culpables somos de idolatría y de hacerle a nuestra imagen.

Entonces, con humildad, pidamos la ayuda del Espíritu Santo en todos nuestros estudios. Que él nos guía en nuestra exploración de las cosas de Dios y nos muestre a Cristo. Que Cristo sea más y más el objeto de nuestra contemplación y adoración en todo lo que hacemos. Y al Dios Trino sea toda la gloria por el privilegio de estudiar teología y así llegar a conocerle mejor a través de su palabra infalible.

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