lunes, 17 de enero de 2011

ADORACIÓN

Unos pensamientos tomados de los Bautistas de Gracia de Inglaterra.

CONFESIÓN DE FE DE LONDRES (1689)
CAPITULO 22: DE LA ADORACIÓN RELIGIOSA Y DEL DIA DE REPOSO
1 La luz de la natura1eza muestra que hay un Dios, que tiene señorio y soberanía sobre todo; es justo, bueno y hace bien a todos; y que, por tanto, debe ser temido, amado, alabado, invocado, creído, y servido con toda el alma, con todo el corazón y con todas las fuerzas.' Pero el modo aceptable de adorar al verdadero Dios está instituido por él mismo, y está de tal manera limitado por su propia voluntad revelada que no se debe adorar a Dios' conforme a las imaginaciones e invenciones de los hombres o a las sugerencias de Satanás, ni bajo ninguna representación visible o en ningún otro modo no prescrito en las Santas Escrituras.2

1. Jer. 10:7; Mr. 12:33 2. Gn. 4:1-5; Ex. 20:46; Mt. 15:3,8,9; 2 R. 16:10-18; Lv. 10:1-3; Dt 17.3, 4.2, 12.29-32; Jos. 1:7; 23:&8; Mt 15:13; Col. 2:2~23; 2 Ti. 3:15-17


2. La adoración religiosa ha de tributarse a Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo, ya Él solamente;' no a los ángeles, ni a los santos, ni a ninguna otra criatura;2 y desde la Caída, no sin un mediador; ni por la mediación de ningún otro, sino solamente de Cristo.3 1. ML 4:9,10; Jn. 5:23; 2 Co. 13:14 2. Ro. 1:25; Col. 2:18; Ap. 19:10 3. Jn. 14:6; Ef. 2:18; Col. 3:17; 1 Ti. 2:5


3. Siendo la oración, con acción de gracias, una parte de la adoración natural, la exige Dios de todos los hombres.' Pero para que pueda ser aceptada, debe hacerse en el nombre del Hijo,2 con la ayuda del Espíritu, conforme a su voluntad,4 con entendimiento, reverencia, humildad, fervor, fe, amor y perseverancia;5 y cuando se hace con otros, en una lengua conocida.6

1. Sal. 95:1-7; 100:1-5 2. Jn. 14:13,14 3. Ro. 8:26 4. l Jn.5:14 5. Sal. 47:7; Ec. 5:4,2; He. 12:28; Gn. 18:27; Stg. 5:16; 1:6,7; Mr. 11:24; Mt. 6:12,14,15; Col. 4:2; Ef. 6:18 6. 1 Co. 14:13-19,27,28


4. La oración ha de hacerse por cosas lícitas, y a favor de toda clase de personas vivas, oque vivirán más adelante;' pero no a favor de los muertos ni de aquellos de quienes se pueda saber que han cometido el pecado de muerte.2

1. Jn. 5:14; 1 Ti. 2:1,2; Jn. 17:20 2. 2 S.12:21-23; Lc. 16:25,26; Ap. 14:13; 1 Jn. 5:16


5. La lectura de las Escrituras,' la predicación y la audición de la Palabra de Dios,2 la instrucción y la amonestación los unos a los otros por medio de salmos, himnos y cantos espintuales, el cantar con gracia en el corazón al Señor,3 como también la administración del bautismo4 y la Cena del Señor:5 todas estas cosas son arte de la adoración religiosa a Dios que ha de realizarse en obediencia a con entendimiento, fe, reverencia y temor piadoso; además, la humillación solemne,6 con ayunos, y las acciones de gracia en ocasiones especiales, han de usarse de una manera santa y piadosa.7

1. Hch. 15:21; 1 Ti. 4:13; Ap. 1:3 2. 2Ti.4:2;Lc.8:18 3. Col. 3:16; Ef. 5:19 4. Mt. 28:19,20 5. lCo.ll:26 6. Est 4:16; JI. 2:12; Mt. 9:15; Hch. 13:2,3; 1 Co. 7:5 7. Ex. 15:1-19; Sal. 107


6. Ahora, bajo el evangelio, ni la oración ni ninguna otra parte de la adoración religiosa están limitadas a un lugar, ni son más aceptables por el lugar en que se realizan, o hacia el cual se dirígen;' sino que Dios ha de ser adorado en todas partes en espíritu y en verdad;2 tanto en cada familia en particular 3 diariamente,4 como cada uno en secreto por sí solo;5 así como de una manera más solemne en las reuniones públicas,6 las cuales no han de descuidarse ni abandonarse voluntariamente o por negligencia, cuando Dios por su Palabra o providencia nos llama a ellas.7

1. Jn. 4:21 2 Mal. 1:11; 1 Ti. 2:8; Jn. 4:23,24 3. Di. 6:6,7; Job 1:5; 1 P. 3:7 4. Mt.6:11 5. Mt. 6:6 6. Sal. 84:1,2,10; Mt. 18:20; 1 Co. 3:16; 14:25; Ef. 2:21,22 7. Hch. 2:42; He. 10:25


7. Así como es la ley de la naturaleza que, en general, una proporción de Tiempo, por designio de Dios se dedique a la adoración de Dios, así en su Palabra, por un mandamiento positivo, moral y perpetuo que obliga a todos los hombres en todas las épocas, Dios ha señalado particularmente un día de cada siete como día de reposo, para que sea guardado santo para Él;1 el cual desde el principio del mundo hasta la resurrección de Cristo fue el último día de la semana y desde la resurrección de Cristo fue cambiado al primer día de la semana, que es llamado el Día del Señor y debe ser perpetuado hasta el fin del mundo como el día de reposo cristiano, siendo abolida la observancia del último día de la semana.2

1. Gn. 2:3; Ex. 20:8-11; Mr. 2:27,28; Ap. 1:10 2. Jn. 20:1; Hcb. 2:1; 20:7; 1 Co. 16:1; Ap. 1:10; Col. 2:16,17


8. El día de reposo se guarda santo para el Señor cuando los hombres, después de la debida preparación de su corazón y arreglados de antemano todos sus asuntos cotidianos, no solamente observan un santo descanso durante todo el día de sus propias labores, palabras y pensamientos' acerca de sus ocupaciones y diversiones seculares; sino que también se dedican todo el tiempo al ejercicio público y privado de la adoración de Dios, y a los deberes de necesidad y de misericordia.2

1. Ex. 20:8-11; Neh. 13:15-22; Is. 58:13,14; Ap. 1:10 2. Mt. 12:1-13; Mr. 2:27,28

LA ADORACIÓN DE DIOS EN PUBLICO.

Adoración es loor, reverencia y alabanza ofrecidos a Dios como la bendita y santa Trinidad, quien es digna de toda honor y gloria. Es ofrecida en respuesta a la excelencia gloriosa del Ser mismo y los hechos de Dios.- lo que es y lo que hace. La actividad más alta de la cual el hombre es capaz es el atribuir a Dios la gloria debida a Su nombre. Adoración también incluirá la confesión de pecado, suplica y un sentido de obligación humana y dependencia de Dios. En ella reconocemos Sus atributos y hechos salvadores, declarándoles con adoración.

La adoración es ordenada divinamente, y es entonces un deber sagrado. Por virtud de la perfección total y absoluta de Dios es eminentemente razonable. Dios debe ser alabado. También es un privilegio de gracia que debemos abrazar con gozo y de que debemos ocuparnos con todo nuestro ser.

El adorador cristiano esta dependiente de la mediación del Señor Jesucristo y la ayuda del Espíritu Santo para que Dios pueda ser servido en espíritu y en verdad. Además Dios ha prometido la gracia Su presencia a los que se reúnen en Su nombre. Creemos que tal adoración espiritual le glorifica y le deleita. Por consecuencia tal adoración ejerce grande influencia en la vida espiritual del individuo y de la iglesia, y aún en la conciencia moral de la comunidad.

Adoración debe ser ofrecido particularmente por individuos y familias. En el día del Señor, y en otros tiempos, también hay la necesidad por lo que llamamos adoración pública. El individuo se debe preparar por esto por su propia devoción particular.

La verdad es esencial a la adoración. Entonces no podemos ver la adoración de indiferencia doctrinal, ni podemos tomar los preceptos de la razón humana, sentimiento o tradición como nuestra guía.

En resumen, adoración pública debe ser: solemne, no ligero, frívolo, o trivial; sencilla, no ostentosa, ritualista o ceremonial; alegre, no triste ni lúgubre; no hipócrita sino sincera y pura. Tal adoración es costosa pero rica en bendición, señalando a la ocupación y felicidad eternas de los santos en gloria. Por consecuencia tardancia evitable a un culto no es solamente una perturbación al ministro y al pueblo adorando, pero también una ofensa a Dios.

Mat 4:10; Heb 7:25ss; I Jn 2:1; Rom 8:26,27; Jn 4:24; Mat 18:10; Mat 5:13; Jn 4:23,24; Sal 89:7; Isa 66:2; Sal 100;4; Isa 1:12; Mat 23:13; Isa 57:15.

LA LECTURA DE LAS ESCRITURAS.

Las Escrituras canónicas del Antiguo y Nuevo Testamento son básicas al cristianismo como la revelación divina. Como tal están al corazón de la adoración de Dios.

Dios habla a los hombres por medio de las Escrituras mientras son leídas y predicadas. Como Dios solamente es el objeto de adoración, así El solamente debe determinar el carácter de nuestra respuesta a El por Su propia palabra.

Porque la fe que ha sido una vez dada se base en toda la Biblia, ambos testamentos deben ser utilizados para leer. Un esquema balanceado para alcanzar toda la Biblia debe ser la meta, aunque algunos pasajes se puede considerar menos adecuados para lectura pública que otros debido a su oscuridad. La selección de lecturas, tales asuntos como si pasajes de ambos testamentos se debe leer en cada culto y cuan largo debe ser una lectura, se debe dejar a la discreción del ministro.

Las Escrituras se debe leer en público en un espíritu de oración y de una manera decorosa como merece su carácter como la Palabra de Dios. La lectura se debe tomar con reverencia y dignidad. El lector debe desear que él mismo sienta el poder de la Palabra, y que los oyentes le sientan igualmente.

Se debe dar el debido respeto al significado exacto para que el sentido correcto sea comunicado a y entendido por todos los que escuchan. Sinceridad de corazón, concentración de mente y sencillez de propósito ayudarán a producir claridad de expresión.

Neh 8:8.

Todos deben ser animados a tener sus propias Biblias, a leerlas personalmente, y a seguir la lectura bíblica durante el culto.

LA PREDICACION DEL EVANGELIO.

La predicación tiene un lugar único en el plan de Dios para la salvación de Su pueblo elegido. No solamente se debe leer las Escrituras, sino también se debe proclamar el Evangelio.

El Predicador: Todos los Cristianos son llamados a testificar al Evangelio pero Dios da dones especiales a hombres a quienes ha escogido para la predicación pública. Estos El separa y unge por Su Espíritu Santo soberanamente.

El predicador, con estas calificaciones dadas por Dios, también debe disciplinar toda su vida. Nadie es más expuesto a tales pruebas y tentaciones especiales ni mas sujeto a las ataques de Satanás. El predicador también debe ser un ejemplo al pueblo, una atalaya advirtiéndoles contra error y peligro, y un pastor apacentando a su rebaño.

Hech 13:2 I Ped 5:1-11; Ezeq 34.

La Naturaleza de la Predicación: La predicación involucra una exposición y una aplicación ordenadas de las escrituras. Su meta debe ser la gloria de Dios, al declarar tanto el juicio justo de los incrédulos, y la plena salvación de gracia del pueblo de Dios. Debe ser dirigido al hombre total.- su entendimiento, voluntad y afecciones. Es el medio de gracia mas poderosa que El mismo ha ordenado.

II Cor 2:14-16.

El Contenido de la Predicación: Una proclamación fiel de todo el consejo de Dios como revelado en las Escrituras tiene un triple propósito:-

1. A advertir a los hombres de los requisitos de la ley de Dios, de su condición perdida fuera de Cristo, de la inutilidad de moralidad como una base de esperanza y de la ira de Dios sobre los incrédulos ahora y para siempre. Tal predicación tiene el propósito de despertar la conciencia del oyente y causar búsqueda seria.

Tit 3:5; Stg 2:10; Rom 3:20; II Tes 1:7-9; Jud 15.

2. A llamarles a los hombres a arrepentimiento y fe, señalándoles solamente a Cristo para salvación, exhortándoles a responder a las invitaciones del Evangelio y animando a los que buscan a abrazar la promesa de plena provisión para ellos en Cristo. Tal predicación anima a los pecadores a clamar al nombre del Señor para que sean salvos.

Mat 11:28,29; Jn 6:35; Hech 3:19; 17:30,31; Rom 10:13; Heb 7:25.

3. A ministrar al bienestar espiritual de los creyentes por reprender, exhortar, instruir, y consolar. Tal predicación lleva al creyente a procurar hacer firme su vocación y elección.

II Tim 3:15; II Ped 1:10.

La predicación debe ser equilibrado en exposición, doctrina, experiencia y práctica. Debe ser expresado en lenguaje que es sencillo, claro y contemporáneo, pero nunca ordinario ni indecoroso.

La Manera de la Predicación: Este ministerio vital exige solemnidad con gozo, control con urgencia, fidelidad con amor, audacia con humildad. Este ministerio autoritativa surge de la confianza en el mensaje mismo junto con una seguridad que Dios se glorificará por su declaración y una dependencia del poder del Espíritu Santo.

Isa 55:11; I Cor 1:4.

La Manera de Escuchar: Tal como al predicador se requiere ser fiel en el ejercicio de su ministerio, así la congregación son solemnemente responsables por su escuchar de la Palabra. Deben poner atención a la Palabra; primero por atención creíble y disciplinada y aplicación personal, y entonces por la práctica del mensaje. Si descuiden este privilegio y medio de gracia, serán responsables por ello en el Día del Juicio.

Heb 4:2; Mar 4:24; Hech 17:10,11; Heb 10:25; Stg 1:22- 24; I Jn 4:1.

ORACION PÚBLICA.

La más temprano descripción escrita de adoración es invocar el nombre de Jehová. Dios ha señalado la oración para salvación, edificación, consuelo, y crecimiento espiritual. Su importancia no se puede sobreestimar por un lado ni demasiado examinado y ejercido por el otro. Como la predicación es la voz de Dios al pueblo, así la oración es la voz del pueblo a Dios. Ambas necesitan la misma unción del Espíritu y requieren el mismo cuidado, pensamiento y preparación.

Gen 4:26.

Materia en la Oración Pública: Oración pública incluye invocación, adoración, confesión, petición, dedicación, acción de gracias, y bendición. Debe ser tan especifica como el decoro permite, y debe reflejar un entendimiento de las necesidades del pueblo y del mundo. Hay ciertas temas por los cuales tenemos que orar constantemente, tales como, la gloria de Dios, el avance del Evangelio, la extensión del reino de Cristo, la conversión de los pecadores; por magistrados, nuestros gobernadores y nación, por todos los pueblos de la tierra, por paz en la tierra, por la segunda venida del Señor; por nuestros propios niños y jóvenes en general, todos los con necesidades, aflicción, tristeza y tentación especiales, y por la última perseverancia de los santos; por el derroto de error y mal, y por bendiciones temporales y espirituales. En todas nuestras oraciones tenemos que estar sumisos a la voluntad del Señor.

I Tim 2:1-4; Fil 4:6; Efes 6:18; Jn 12:28; 14:13; I Jn 5:14; Apoc 22:20

Lenguaje y Dirección en Oración: Reverencia y sobriedad (que no significa lo sombreo) deben ser evidentes en nuestra oración pública. Esto es de vital importancia, porque somos criaturas finitas y pecaminosas dirigiéndonos al Creador infinito y santo. Nuestro lenguaje debe ser natural, sencillo, claro y digno. Es correcto dirigirnos a Dios como nuestro Padre, pero debemos acordarnos que nuestro Señor nos enseñó a seguir esto con santificado sea tu nombre. El ministro debe acordarse que su congregación incluirá una gran variedad de edades, experiencias y circunstancias, y que todos deben ser incluidos dentro del alcance de la oración pública. Debe cuidarse de evitar frases estereotipas, clisés y demasiado largas.

Mat 6:5-15

Formas en la Oración Pública: Históricamente formas fijas no se han usado entre las iglesias libres. Todavía esto es generalmente el caso, y la oración libre es nuestro costumbre. Sin embargo formas fijas no deben ser condenadas totalmente por ser caso que neguemos el ejemplo que nuestro Señor nos ha dado en las Escrituras, porque parece que él dio un modelo de oración a sus discípulos, cuando como nuevos creyentes le pidieron ser enseñados.

Luc 11:1-4

ALABANZA EN LA ADORACION PÚBLICA.

Alabanza es el homenaje rendido a Dios por sus criaturas, en adoración de su Persona y acción de gracias por sus bendiciones. Es erróneo negar esta gloria que es su deber como derecho, porque él ha dicho, él que sacrifica alabanza me honrará.

Cada creyente que medita en las obras de Dios, cuenta sus beneficios, y piensa por fe en su don inefable, encontrará que la alabanza no es solamente un deber, sino también una delicia. Alabanza santifica todos los aspectos de la vida. Cualquier mas que sea su cargo, la oración debe estar lleno de alabanzas, siempre incluyendo acción de gracias. La gracia del Espíritu Santo es esencial a la ofrenda de alabanza espiritual.

Sal 50:23; 11-14; 103:2; II Cor 9:15; I Tim 4:5; I Cor 10:30,31; I Tes 5:16-18; Fil 4:16

El contexto de alabanza cristiana debe ser regulado por los ejemplos y principios bíblicos. En Colosenses 3:16 encontramos referencia a tres aparentemente diferentes tipos de composiciones utilizadas en alabanza. Estos se han definidos como sigue:

Salmos.- poemas espirituales puestos a música, incluyendo los salmos del Antiguo Testamento, pero no limitado a ellos.

Himnos.- canciones de alabanza al Señor. Otra vez pueden ser salmos del Antiguo Testamento, o himnos de alabanza compuestos por Cristianos.

Cánticos espirituales.- composiciones en temas distintamente cristianos, adecuados para reuniones de comunión de la iglesia, cantados acompañado o no acompañados.

Mat 26:30; I Cor 14: 26

Cada uno de estos es apropiado para adoración cristiana hoy. Palabras, melodías, y acompañamiento (si hay) deben ser dignos de la santidad y majestad de Dios. El contenido debe ser correcto doctrinalmente, la forma de alta calidad. La melodía debe apoyar la adoración por estimular espiritualmente mas bien que carnalmente, dejando la mente a concentrar sin estorbo en las palabras. Cualquier forma que se usa, se requiere un espíritu y actitud de reverencia. Este se reflejará en un tempo adecuado de cantar, ni tan lento que sea pesado y letárgico, ni tan rápido que le falta un sentido de la dignidad y la grandeza de las cosas espirituales.

Preparación tanto por adoración pública como por oración pública se debe hacer en nuestros devocionales particulares. Debemos regocijarnos en el Señor siempre. Tal adoración anima al pesado y calma al espíritu agitado. Consuela e inspira a los santos, y atrae a los no convertidos mas que cualquier otra parte de adoración cristiana. La cristiandad ha cantado sus triunfos por los siglos y alrededor del mundo.

LA OFRENDA.

La palabra "ofrenda" lleva consigo implicaciones de sacrificio. Indica que ha costado al dador algo. La ofrenda del Día del Señor se puede decir es una ofrenda simbolica de nosotros mismos a Dios. también es una expresión de gratitud a él por lo que es y por sus muchos misericordias. La ofrenda es a él y por su reino en todo el mundo. Este concepto de la ofrenda es verdad por cualquier método se separa la ofrenda. Esto puede ser por verla como una parte constituyente de adoración publica, donde el dar y el recibir, ambos se ve como hechos de adoración en si, o como alternativa, donde la ofrenda se desasocia de los hechos inmediatos de adoración publica. La motivación de fe y amor y un deseo de glorificar a Dios en la ofrenda se requieren para que sea aceptable a Dios. Su dar debe ser con gozo.

II Cor 8:5; II Cor 9:7; Rom 12:1

LA BENEDICCION.

Es nuestra delicia y privilegio bendecirle a Dios al adorarle. Es así porque él primero nos ha bendecido con gracia, misericordia, y paz en su Hijo amado. El concepto bíblico de la bendición de Dios sobre su pueblo mientras ellos le adoren se llama Bendición. Es una declaración que los que son las ovejas de Cristo son benditos por su Padre. La Bendición incluye suplicación por la bendición del Señor, y una declaración que el favor de Dios, o su Nombre esta sobre su pueblo. Esto no significa que el ministro imparte gracia, sino que se identifica con la congregación por usar la forma sea con nosotros. Además esta declaración no es una formula mágica sino debe verse como un apelo a los oyentes a apropiar su contenido por fe. La Bendición generalmente se da en una formula Trinitaria y forma la conclusión del culto.

Num 6:22-27; Mar 10:16; Luc 24:50; Mat 25:34.

CULTOS ESPECIALES.

Es correcto para iglesias separar tiempos especiales para alabanza, acción de gracias, oración y confesión, y para el ministerio de la Palabra. Tales ocasiones se pueden convocar en conexión con alguna bendición particular en la vida de la iglesia, o pueden observarse regularmente. Pueden relacionarse a la historia de la iglesia o al pastorado, o a alguna nueva evidencia de la gracia del Señor, o a una necesidad de humillarse delante de Dios profundamente sentido. Siempre se debe asegurar que la ocasión no es simplemente rutina, que su significado total se entiende por todos, y que su meta principal no es el levantar fondos o cualquier objetivo similar, sino el de glorificar a Dios.

ACCION DE GRACIAS POR UN NIÑO.

Niños que nacen a padres cristianos tienen bendiciones providenciales que otros no tienen. Tienen la ventaja de instrucción cristiana, ejemplo piadoso, adoración familiar, y aquellos cuidado y disciplina amorosos que es el fruto del Evangelio. Esto no significa que necesariamente son elegidos y seguramente llegarán a ser cristianos más tarde. Todavía necesitan, como todos los demás, la obra regeneradora soberana del Espíritu Santo llevando a arrepentimiento y fe personales si van a ser hijos de Dios.

No tenemos ningún mandato directo del Nuevo Testamento a presentar nuestros niños en la adoración publica, aunque tenemos el ejemplo de Cristo bendiciendo a los infantes. Donde los niños de los creyentes son presentados delante del Señor en un culto, el hecho se regulará por las siguientes consideraciones:

1. Acción de gracias se ofrece por la vida dada al niño y la vida preservada a la madre. La bondad de Dios en todos los aspectos siempre se debe reconocer.

2. Los padres están reconociendo su responsabilidad delante de Dios, solemnemente comprometiéndose a ella en la presencia del Señor y su pueblo unido, y buscando ayuda divina para su tarea.

3. La iglesia unida esta reconociendo su parte en la vida de la familia, comprometiéndose a orar y animar, y orando por el niño que el Señor añada a aquellas bendiciones ya dadas, aquellos favores especiales designados para los suyos.

Mar 10:13-16; Luc 2:28.

CULTOS DEL CALENDARIO ECLESIASTICO.

El ministro no limitará su predicación sobre los temas de la Encarnación, Crucifixión, Resurrección y Ascensión de nuestro Señor Jesucristo, la Trinidad o el derramamiento del Espíritu Santo a unas pocas ocasiones fijas en el año. Donde el curso regular del ministerio declara todo el consejo de Dios, las cosas céntricas de la fe siempre serán prominentes énfasis especial serán menos necesario. Sin embargo, en un mundo materialista, un dicho claro de la posición cristiana respeto a estos asuntos se necesita constantemente, así que el uso de aquellas oportunidades especiales que el costumbre provee se puede justificar.

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